Antonio Pinedo
Relajada,
pero cuidadosa; institucional pero aclarando su postura… así se vio a la
senadora Graciela Ortiz el viernes pasado cuando declaró que en unos días
decidirá sobre su participación en el proceso de sucesión en la gubernatura de
Chihuahua.
— ¿En
unos días?
—En unos
días. Repitió
La
declaración se dio en el programa radiofónico «Desayunando con 860» que conduce
el periodista Héctor Javier Mendoza Zubiate en compañía de dos colaboradores
más, quienes entrevistan a tres voces.
No
rehuyó ningún tema. Aún el gobernador César Duarte Jáquez, no declaraba que «no
había condiciones» para una gubernatura de dos años y sobre este tema la senadora
fue muy cuidadosa al tratarlo, dijo que todavía no ha tenido oportunidad de
hablar con los legisladores locales para conocer bien sobre el proyecto, pero
que ella en lo personal no le veía beneficios, pero insistió en que las
bondades del proyecto, si las tenía, las conocería al hablar con los diputados
estatales.
En México se decide
Fue muy
clara al responder sobre quién toma la decisión de las candidaturas a
gobernadores:
—En
México, no se olvide que yo estuve en el CEN del PRI —Secretaria de Acción
Electoral—. A mí me tocó participar en los procesos de selección de los
gobernadores que están por salir y los que en este momento gobiernan en el país
(de origen priista por supuesto), se ponderan todas las variables, por supuesto
que se consulta en las entidades y de allí salen los candidatos, pero se
realiza un análisis en el que ninguna variable es ignorada.
Dejó en
claro que se privilegia la unidad del partido, ya que la experiencia ha
demostrado que unidos es como se ganan las elecciones.
La entrevista,
con ribetes de charla, fue relajada y amplia, muchos temas se tocaron y entre
ellos, el trabajo del gobernador César Duarte, de quien dijo ha sido exitoso en
su labor de atraer recursos federales para la entidad y propiciar la inversión
extranjera directa.
Al
hablar del proceso electoral de 2016. Aceptó que empieza desde este año, como
le hizo notar uno de los conductores de «Desayunando con 860» y fue cuando dijo
que en unos días decidiría sobre su participación, luego de ponderar las
situaciones y analizar todas las variables que influyen en una decisión de esta
trascendencia.
La carrera empezó
Un
viernes antes, el inmediato al domingo siete de junio, el presidente municipal
de Ciudad Juárez, Enrique Serrano Escobar, declaró que está en disposición de
aceptar una candidatura a la gubernatura si el partido así lo requiere. Luego
matizó diciendo que en estos momentos lo que le ocupa es su trabajo al frente
de la alcaldía, pero lo anterior fue generalmente interpretado como un
«destape» del alcalde juarense, quien en los últimos días ha acompañado al
gobernador el diversos actos, en varias ciudades y siempre en el presídium.
Las sorpresas del lunes
Sin
embargo el pasado lunes, el inmediato posterior a la entrevista en 860 de
Graciela Ortiz, se dio un golpe de timón en la política estatal, cuyos orígenes
e intenciones continúan siendo un misterio para los observadores políticos.
Sin
decir agua va, el gobernador anunció en el Congreso estatal que no hay
condiciones para una gubernatura de dos años, lo cual desconcertó al ambiente
político de la entidad y dejó colgada de la brocha a la diputada perredista
Hortencia Aragón, quien sigue sin desentrañar el cambio en la jugada y el porqué
de la contraorden del gobernador.
El mismo
lunes, el gobernador nombró al ex alcalde de Ciudad Juárez, Héctor Murguía
Lardizábal, coordinador de Políticas Públicas, sustituyendo en esa misteriosa
función al profesor Mario Tarango Ramírez, quien pasa a la banca. Con el
nombramiento de jefe de asesores.
Si la
expresión corporal fuera importante, tanto la de Teto Murguía, como la de César
Duarte son de funeral, pero si nos atenemos al discurso, el nombramiento del ex
alcalde y aspirante a la gubernatura, viene a enriquecer el equipo de trabajo
del gobernador y el nuevo coordinador va a entregar lo mejor de sí mismo, para
hacer lo que esté en sus manos para que el gobernador termine lo mejor posible
su último tramo de gobierno. Es, dicen, un nombramiento para incorporar a las
tareas de gobierno a un gran activo del partido.
Los
observadores y analistas políticos lo mismo dicen que con la llegada de Murguía
Lardizábal al gabinete ampliado, el juarense se mete de lleno a la carrera de
la sucesión, bajo los auspicios de Duarte Jáquez, otros, dicen que ahí, en la
Coordinación de Políticas Públicas, estuvo sepultado por ocho años el profesor
Mario Tarango.
Lo
cierto es que el juego de la sucesión ya empezó y en los próximos días uno de
los actores más importantes, la senadora Graciela Ortiz, decidirá si las condiciones
son favorables para buscar la candidatura del PRI a la gubernatura.
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